Es sabido, en el fútbol sudamericano, que a los equipos argentinos no les cae para nada bien quedar afuera de la Copa libertadores y tampoco de la Sudamericana. Esta vez le tocó a Argentinos Juniors, que una vez pitado el final, y con la excusa de que un jugador brasileño hizo un gesto a la tribuna,entraron a repartir piñas cual delivery de pizzas un domingo a la noche. "La empezaron ellos" le faltó decir a Navarro, arquero y boxeador amateur de Argentinos que fue el primer ajusticiador de la noche cuando le dio tremendo ñoqui al pobre de Marquinhos. Ahí se prendió la chispa. Todos contra todos, la debacle, la hecatombe total (?) Una suceción de hechos bochornosos que incluyeron a casi todos los jugadores.
Salcedo en guardia listo para abatir a Gum
con un uppercut derecho
Pero como todos sabemos, a los brasucas les gusta mas la pelea que la caipirinha en la playa. Basados en el arte de la capoeira, los jugadores del Flu coparon la parada bajo la famosa regla "patada voladora en la espalda o nada" y el que más la ligó fue el "heroico" Sanchez Prette, que con su intachable camiseta número 18 (?) se metió en el medio de los 23 concentrados Flumineistas y cobró para lo que le resta como jugador profesional y futuro de showbol.
Como ya dije previamente, otros equipos argentinos se trenzaron acá y en el exterior. River en el morumbí, con la recordada patada e huída de Luis Fabiano a Handball Constanzo y la paliza que recibió el bostero (?) Ahumada; y el partido entre Gimnasia y Colo Colo jugado en el estadio único de La Plata donde los jugadores triperos hicieron una exhibición de cómo poder hacer mas foules que minutos jugados.

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