De padres e hijos

Con 1 punto sobre los últimos 15, hasta el utilero se va cabeza gacha (?)

Está más que claro que el fútbol es impredecible. Siempre tiene un as bajo la manga, siempre nos puede brindar partidos inesperados y casos extraordinarios, como la derrota del Barcelona frente a un equipo al cual le llevaba 50 puntos de ventaja y si ganaba se coronaba campeón (culé, pegate un corchazo). Pero hay veces que el resultado ya está previamente escrito y nunca jamás se va a modificar. Este es el caso de dos clásicos del torneo argentino: San Lorenzo - Huracán y River - Racing.

Veamos el primero. Si hablamos de clásicos disparejos en el fútbol local, la diferencia entre los cuervos y el globo no puede pasar desapercibida. A ver, San Lorenzo intrega la cúpula de los denomidados 5 equipos grandes, se ha coronado campeón 11 veces, tiene una buena cantidad de simpatizantes (en capital federal y alrededores nomás) y mantiene una diferencia de 32 partidos, o sea que el panorama más óptimo para el globo sería ganarle 16 años consecutivos (y eso sin irse a la B, ojo) para recién alcanzarlo.
 Del otro lado, hay una institución que solo alcanzó la máxima gloria 1 vez, que su renombre como "el sexto grande" ya ha perdido mucho valor, y que hace años viene ascensoreando entre la primera y segunda división. Seamos buenos; un equipo que frente a su eterno rival no puede juntar 4 mil hinchas, no merece militar en esta categoría. Hasta Quilmes copó la tribuna visitando a Banfield. Lo de Huracán es una lágrima. Tiene menos juego que un parque en Chernobyl. Si sigue así, el año que viene va a andar por mitad de tabla...del nacional. Igual, esta vez no pudimos preveer el resultado. El Ciclón ganó con un contundente 3-0. Nosotros apostamos por más.

En segundo lugar está el clásico más viejo del fútbol argentino: River - Racing. Parece que la academia desarrolló una nueva patología llamada "cagazo a la banda roja" y consiste en, no importa que tan bien Racing venga jugando previo al encuentro, que, una vez en la cancha, River les va a ganar si o si. Tan es así que le lleva 47 partidos de ventaja. La Academia tiene un claro complejo de inferioridad.
Ni con un jugador de más en todo el segundo tiempo pudo quebrar al enorme JP Carrizo. Fue 1-0 para el visitante con gol de Pavone de penal.